Febrero del 2009Rebeldia borrada III
Por Leonel Puente Colin - 22 de Febrero, 2009, 12:51, Categoría: Fotos, fotitos, fotazas.
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Por Leonel Puente Colin - 11 de Febrero, 2009, 13:28, Categoría: La Zona Azul
De muchas formas se pueden entender las distancias, pero, para comprenderlas, es necesario recorrerlas... Esta tarde, en la avenida Reforma, entre el Museo de Arte Moderno y el Lago de Chapultepec, mientras uno de mis mejores amigos y yo caminábamos, y platicábamos, acerca de la eternidad del cangrejo, nos encontramos con la exposición conmemorativa del año internacional de la astronomía. La exposición constaba de una gran cantidad de carteles de excelente y exquisita factura tanto en lo visual como en lo informativo. Imágenes de galaxias cercanas y lejanas de tamaños inmensos. Uno mira y de inmediato viene la pregunta, ¿de verdad existen en el espacio tales cantidades de luz, de energìa y, ademàs, ordenadas en formas tan bellas o caprichosas? Se da uno cuenta de que no somos màs que una cosa tan efìmera y pequeña en el espacio interestelar que, de momento, no queda màs que reir amargamente al ver la preocupaciòn general por algùn partido de futbol o por la candidatura oficial de cualquer ìnfimo individuo que cree que para nacer tuvo un dios que tomarse la modestia de bordarlo a mano. Insisto: de muchas formas se pueden entender las distancias, pero, para comprenderlas cabalmente, se haria necesario recorrerlas.
Verdaderamente somos casi nada. Verdaderamente somos casi nada.
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Etiquetas: LITERATURA, relato, GALAXIAS, ASTRONOMIA, exposición, Chobojos, proyecto cultural chobojos Lucifer
Por Alejandro Augusto Enciso Sandoval - 11 de Febrero, 2009, 13:16, Categoría: La Armada Invencible
La simple mención de
su nombre parece evocar el olor del azufre. Se le imagina como el ángel más
bello de la creación y también como el causante del mayor drama cósmico jamás
ocurrido. Cuenta la leyenda que, seducido por su propio orgullo, arrastró a una
gran parte de los ángeles que adoraban a Dios, provocando una rebelión cuyas
consecuencias últimas son la existencia del dolor, la maldad y la muerte en el
mundo. Lucifer es considerado desde entonces como el ideólogo del mal, el
instigador del lado oscuro del hombre, el tentador primero. Pero su historia
está llena de contradicciones, y una de ellas es la ausencia de una verdadera
historia. La Vulgata empleó la palabra Lucifer en la traducción de la primera frase:
Antes de rechazar de plano tan
heterodoxa idea deberíamos regresar al texto de Isaías. Allí comprobaremos cómo
Lucifer pretendió «escalar el cielo y colocar su trono por encima de las
estrellas de El». Se dice que en la Biblia, las estrellas simbolizan los
miembros de la corte de Yahvé. Pero el texto menciona algo más: Lucifer
ambicionaba «sentarse en la Montaña del Encuentro, en los confines del Safón».
«Safón», en hebreo, significa «norte», pero para los cananeos, el Safón era
precisamente la montaña donde moraba la divinidad. No lejos de ahí se
encontraba «la Montaña del Encuentro», lugar donde los dioses tenían sus
asambleas. La idea es casi universal: los griegos hablaban del monte Olimpo, en
cuyo pico más alto vivía Zeus, y en su morada convocaba las reuniones con otros
dioses; los hindúes mencionan el monte Meru, en cuya cumbre se hallaría la
ciudad dorada de Brahma, punto de encuentro de dioses. Tales ideas, lejos de
ser ajenas al pensamiento hebreo, se encuentran ratificadas en multitud de
puntos de la Escritura, supervivientes a posteriores «retoques» más acordes con
la ortodoxia monoteísta de los últimos siglos del judaísmo. Pero, ¿qué ocurría
en la privacidad de las reuniones de Yahvé con los otros dioses? El rey de una nación vecina
¿invitado al jardín de Elohim? ¡Naturalmente! Tal era la prerrogativa de los
dioses-reyes. Y entre ellos no podía faltar el faraón de Egipto, «creme. de la
creme», quien —según Yahvé— destacaba sobre todos los demás como el más grande
y hermoso cedro de su jardín: «Ningún árbol, en el jardín de Elohim, le
igualaba en belleza». Pero, víctima plecisamente de su propio orgullo, se hizo
merecedor del castigo divino: «Por haber exagerado su talla, levantando su copa
hasta las nubes, y haberse engreído su corazón de su altura —continuaba Yahvé—,
yo le he entregado en manos del conductor de las naciones, para que le trate
conforme a su maldad; ¡le he desechado!» (Ez. 31). Vistas así las cosas, no es de extrañar que cayera también Lucifer, el rey de
Babilonia. Pero aquí hay algo que no encaja: ¿por qué no era admitido en la
asamblea de los dioses?, ¿acaso era diferente de los demás? Parece ser que sí.
La mayoría de las dinastías reales de la antigüedad proclamaban ser
descendientes de los dioses procedentes de los cielos. Así lo afirmaban, por
ejemplo, los primeros faraones, los reyes babilónicos o los emperadores chinos.
Pero no así los reyes asirios. Y ese parece ser el caso de Lucifer. Cuando
Isaías escribió su poema, Babilonia se encontraba precisamente gobernada por
reyes asirios. Y éstos, a diferencia de sus predecesores babilónicos, nunca
pretendieron que su estirpe fuera de origen divino. Algunas escuelas esotéricas difieren de esta visión refiriéndose a los
espíritus Luciferinos como ángeles que se rebelaron contra el dios creador de
nuestro sistema solar o de nuestro zona del Universo, siendo precipitados por
ello a un nivel inferior, en el que "trajeron la luz" al hombre,
enseñándole al hombre cómo podía dejar de ser un esclavo de los dioses y
convirtiéndose en su propio dueño y señor. Dichos seres incorpóreos
representados en diversas tradiciones como serpientes, hicieron esto con el
propósito de utilizar el cerebro del hombre para adquirir conocimiento,
despertando en él individualidad y la conciencia, pero arrojándole al tiempo en
brazos del sufrimiento y la enfermedad. Cuerdas Nuevas
Por Leonel Puente Colin - 9 de Febrero, 2009, 19:13, Categoría: El Camino del Retorno
Ayer me faltó anotar lo siguiente:
Miguel Ángel se llama el dependiente. Sabe de música. También asistió a la Escuela Nacional de Música (y se tuvo que salir, no sé la razón). Conoce el antiguo edificio de Mascarones, pero nunca fue a clases allí porque es más joven que yo. A él ya le tocó en las instalaciones de Coyoacán, calle Xicoténcatl, cerca del metro General Anaya. Yo fui ahí dos años. Dos en Mascarones. Dos en Coyoacán. Luego vino el quebrantamiento de la disciplina por mí mismo. ¿O sería mejor decir: por "otro yo" más cuerdo y valiente que yo mismo; que se enfrentó a su padre, a pesar del miedo que le tenía, y, sin embargo, con fría resolución, no importando el riesgo de que lo molieran a golpes (cosa que afortunadamente no sucedió en aquella ocasión)?. """""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" La lógica impecable de aquel niño de 11 años fue ésta: PRIMARIA (Educación Formal) + MÚSICA (Educación Artística) + BÉISBOL (Educación Deportiva) = DEMASIADA PRESIÓN.SOLUCIÓN: Algo debe ser anulado. La Primaria, obviamente que no. Queda la Música y el Béisbol. ¿Un volado? NO... NO ES CUESTIÓN DE SUERTE, ES DE VOLUNTAD. ¿Qué entonces? LA MÚSICA. ¿Por qué? Ahí está la clave de todo, incluidas las posteriores y álgidas sesiones con el psicoanalista: Según aquél niño, más tarde sería capaz de escribir una sinfonía completa si no olvidaba las notas y toda la información. El Béisbol no puede ser aprendido teóricamente. Ese hay que jugarlo. La Música también debe ser tocada, pero en el béisbol no hay tanta presión.
"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""" Miguel Ángel se llama el dependiente de la tienda de música, ¿ya lo dije?. Platicamos un rato mientras le cambiaba las cuerdas a la guitarra. También la afinó con la ayuda de un órgano. Me vino un recuerdo: la maestra Adriana. Solfeo. Clases de solfeo: de espaldas a un piano, uno tenía que ir diciéndole las notas, después de identificarlas de oído, mientras ella las tocaba. Maestra Adriana, ¿cómo se apellidaba?... No sé, pero vivía en las Lomas y, dentro de su casa, tenía un bonito y amplio salón, exclusivo para música. A veces nos llevaba y yo me quedaba sorprendido porque la casa de su perro era más grande que mi recámara. Buena gente la maestra Adriana, me caía bien, hasta le tenía cierto cariño. De piel blanca. ¿Cabello güero o negro? Miguel Ángel afinó la guitarra antes de que le dijera que no lo hiciera, pero agradecí su buena intención. Debo aprender todo de nuevo: poner las cuerdas, afinar, leer y escribir en papel pautado, escuchar con atención (lo más difícil)... y no existe garantía alguna de que algún día pueda siquiera tocar o cantar pasablemente. Una prueba más de que la Realidad supera en mucho y muchas veces a la Fantasía: uno desea cambiar el Universo entero y no es capaz de tender la cama de donde se acaba de levantar; uno es capaz de imaginar miles de proyecto y no lava ni el plato donde acaba de comer. A cambio de su buen gesto (en otras casa de música te cobran por cambiar las cuerdas o de plano no lo hacen), al camarada M. A. Le di, para que se entretenga, "El Péndulo de Foucault" de Umberto Eco. Le di mi ejemplar, al que le faltan 13 hojas (de la 510 a la 513). El ejemplar, del mismo título, que me prestó el Perro del Mal, está en casa. Ya leí las trece hojas que no tiene el mío (por cierto muy interesantes). Nos despedimos cordialmente. Casi seguro, nos volveremos a ver. Un esclavo de sus propios vicios. Martes 8 de Octubre del 2007.
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Etiquetas: LITERATURA, cuento, relato, camino, retorno, Chobojos, proyecto cultural chobojos El Librero Loco
Por Leonel Puente Colin - 7 de Febrero, 2009, 11:23, Categoría: Paquete Cuento
El Librero loco En aquel mercado ambulante (ambulante de a de veras, no de
los que se plantan siempre en un mismo lugar), nadie sabía con precisión cuando
había aparecido aquel individuo que vendía libros. Al principio, no se le
tomaba muy en cuenta, pero, con el tiempo, fueron agarrándole cariño,
especialmente al anciano del puesto de naranjas que ofrecía a la gente sus
mercancías con la eterna cantinela: - ¡Llévelas! ¡Llévelas fresquesitas! ¡Lléveselas a su
casita para endulzar su paladar! Cuando la venta estaba baja platicaban. El librero de sus
libros, el vendedor de naranjas de su pueblo y de su infancia. Los demás
vendedores ciertas veces se introducían en la charla o eran invitados a opinar,
pero eran secundarias su presencia o ausencia en ese sentido. Un día, después de vender a un excelente precio un texto
antiguo y difícil de conseguir, el librero dijo sencillamente que tenía que
ausentarse por un rato. - Te encargo mi mercancía camarada, ahorita vengo, no me
tardo. Pero nunca volvió. El vendedor de naranjas guardó los
libros en su casa y trató de encontrar a su amigo, pero nadie le dio seña ni
razón. Allá, en casa del vendedor de naranjas, bien cuidados y
seguros están los libros del librero loco. No corre peligro tampoco ninguno de
los que viven ahí: nadie los leerá a pesar de que todos tienen un dulce
corazón. Leonel Puente. 2 de Febrero. Día de Año 2009 d.c. Poniente del Distrito Federal. Mexiquito
lindo y adorado. Cruce de Corazones
Por Agustín Garfias - 7 de Febrero, 2009, 11:20, Categoría: DÉCIMA LEGIÖN
CRUCE DE CORAZONES “El tiempo de los castigos iba a comenzar” Maurice Druon Los Reyes Malditos Vol. IV Durante toda la semana he tenido un sueño recurrente. Otras veces en mi vida, así me ha sucedido: sueños alucinantes que seguramente quieren decirme algo y por eso tantas veces se repiten. Y eso es todo. Nada entiendo, mucho menos comprendo cosa alguna. Esta ocasión es distinta, porque he soñado con un desierto en el cual hace frío a pesar de que el sol cae a plomo; camino sin pausa ni prisa y, de pronto, un hombre de rostro sereno, pero de mirada extraña, toma el mismo camino que yo: me acompaña. No dice nada, con palabras humanas no habla... sin embargo escucho el mensaje que me manda: - Si te abofetean una mejilla,
ofrece también la otra. Yo lo miro y mi espíritu le jura que así será. Seis veces, seis noches igual; pero a la séptima, el mensaje tiene un cambio total: - Si te abofetean una mejilla,
ofrece también la otra. Si lo vuelven a hacer, desenvaina tu espada y crúzales
el corazón. Comprendo los dos mensajes a la perfección, pero el último me hiela la sangre. Hoy es el día número siete; el sol brilla, pero hace frío. Ya no estoy soñando, estoy despierto. ¿Cuál de los dos mensajes debo obedecer? ¿Cuál es la orden más real? Agustín Garfias. 7/Febrero/2009 Solo con mi locura
Por Leócrates - 7 de Febrero, 2009, 11:17, Categoría: La Zona Azul
SOLO CON MI LOCURA Voy solo con mi locura. ¿Quién lo diría? Yo que creía Que había más locos de mi tipo O al menos parecidos en cuanto a estilo. Voy solo con mi locura. Y no es necesario Recurrir hoy al espejo Para saber que ya a nadie me parezco (Si es que me parecí algún día). Voy solo con mi locura. Como el Quijote contra el viento Como Violeta en su bravura Como Rosario en su hermosura Como cualquier infante sin dentadura. Voy solo con mi locura. Ni padre ni madre Aunque me quieren lo comprenden Ni hermano ni hermana Aunque me escuchan lo entienden. Voy solo con mi locura. Y mis amigos --hablo de los de a de veras, Saben de mis cegueras, de mis flaquezas, Pero poco de mis luces o mis verdaderas tragedias. Y viceversa... Voy solo con mi locura. Y ni mi otro padre me sigue Quizá piensa que solo juego Quizá cree que no hablo en serio Pero no lo culpo por ser un genio. Voy solo con mi locura. Y que mejor ahora saberlo Más tarde sería horrible flagelo El toparme con la realidad no sabiendo Si voy perdiendo o descubriendo. Voy solo con mi locura. Tal vez ya no me acompaña ni siquiera Ella Linda, aunque misteriosa princesa Con quien hice hace años (¿o siglos?) Una noble y firme promesa. Ya no hay retorno pues voy de retorno Ya no hay regreso Hasta que la muerte decida Después de mis terrenales días Si fue error o acierto toda mi vida. Mientras tanto: ¡A seguir caminando! Leócrates. 19 de Marzo del 2008 13:13 horas y avanzando el segundero. El Beso
Por Gretel Nahieli Canseco Hernández - 5 de Febrero, 2009, 15:51, Categoría: Paquete Cuento
ÉL-¿Qué harías si estuviéramos solos frente a frente? ELLA-Te besaría... Un beso furioso, un beso feroz... ÉL-¿Sabes? es una pregunta injusta. Inventa una posibilidad. Cuando estemos frente a frente no podremos ignorarla. Estar frente a frente significará besarte o no besarte... Una elección, al fin y al cabo una disyuntiva que nos marcará. ELLA-¿Por qué mi cerebro empieza a funcionar cuando mi cuerpo deja de hacerlo? Dicen que antes de morir, justo antes, tu cerebro dispara imágenes, muchas-mil por minuto, por segundo. Toda tu vida justo antes de morir ¿será realmente toda? ¿sólo las partes importantes? ¿cómo decide el cerebro qué parte tiene importancia?. ÉL-¿Qué es la parte importante de un beso? Sé que dirás que es el contacto. El roce piel con piel... ELLA-Nuestras pieles se besaron muchas veces... siempre fue diferente. ¿Recuerdas aquella vez que caminamos bajo la lluvia?. ÉL-¿Cuál lluvia?. Era apenas una llovizna boba y tibia, como caldo de pollo... ELLA-¿Recuerdas?. ÉL-Vagamente... ELLA-Cuando llegamos a casa te quitaste la camisa, esa lloviznita la había empapado...Me preparaste café. ÉL- “Jarabe de café” 10 cds. de azúcar en un vasito de unicel equivale a un jarabe. ELLA-Mientras calentabas el café mis ojos no desprendían su mirada de tu espalda, en mi mente la besé mil veces pero no me moví...Cuando me entregaste el vasito rozaste mi mano con la tuya... el calor de mi cuerpo me secó la blusa encima de la piel... ÉL-Supongo que a veces el cerebro consume toda la energía disponible... ELLA-Tu pregunta…Para mí es el aroma... Los olores van impregnados en cada escena... La tierra mojada del parque en el que caminábamos desprendía una fragancia que llevo grabada, la tela de tu camisa, tu piel húmeda y caliente, el café recién hecho, el azúcar, mi adrenalina mientras te miraba, los olores se confunden, se mezclan y conforman una huella única en mi mente...Aunque dices que no, siempre había un rastro de incienso en tu piel... ÉL-El sabor... el contacto en un beso tiene sabor, eso es importante... ¿a qué sabe un vasito de café cargado con 10 cds. de azúcar?. ELLA-Yo creo que a mi realidad... la base es amarga, muy amarga, esa es la parte adictiva, recurrente... la parte volitiva es agregarle mucha azúcar para hacerla soportable... ÉL-¡Qué cursi! ELLA-¿Un sabor puede ser cursi?. ¿Un beso puede ser cursi?.Recuérdame incluirlo en mi lista de “grabaciones mentales para el momento-antes-de-morir”. Será bueno incluir una duda. ÉL-Eso también, una duda es importante en un beso que se respete ¿me aceptará o rechazará? ¿vendrá la realidad después de la fantasía o podremos incluir todo en el mismo paquete? ¿sentirá lo mismo que yo? ¿lo deseará o solo está respondiendo a la sorpresa? ELLA-Claro que también existen los besos consensuados... algo así como ¿te puedo besar? ÉL-No existe pregunta más fuera de lugar que esa cuando te reflejas en los ojos de alguien y ves el mismo miedo y la misma chispa eléctrica los recorre mil veces por segundo y la necesidad de continuidad de tu piel con otra piel es inmediata, sobra preguntar... ELLA-Cuando no hay reflejos, ni electricidad, ni necesidad de continuidad también sobra preguntar, la duda es mejor... ÉL-Luego entonces el consenso no es indispensable, ni el olor, ni el sabor, ni el contacto, ni las dudas eternas... ELLA-El deseo de permanencia... siempre quise saber si todo el tiempo pensabas en mí... ÉL-No. Supongo que será un esfuerzo imposible. Hoy pensaba que era tarde para llegar, que no lo lograría...Pensé pasar a la librería de regreso aunque solo fuera para sentir el olor de la goma en el canto del papel y acariciar las páginas casi vírgenes. Aunque no te comprara un libro azul... Tienes 7 ya...Pensé en comprar azúcar y el café que te gustaba, que recuerdo que te gustaba. Aunque estabas implícita no pensaba directamente en ti. ELLA-¿Implícita quiere decir que me llevas incluida? ¿cómo el ADN? ¿soy irrenunciable? ÉL-¡Ya está, lo importante de un beso debe ser la permanencia. Algo de ti en mí y algo de mí en ti... compartir la intención, la tensión, la intensidad, el espacio, la piel... ELLA-Eso es continuidad, no permanencia... ÉL-¿Recuerdas? Empezó estorbándonos la gente, la ropa, los prejuicios, el espacio... ELLA-Que curioso, cuando nos bajaron del coche a empujones y nos amarraron y encerraron aquí dentro, sin querer nos quitaron todo eso...¿Qué te estorba ahora? ¿Qué impide que continúes en mí y yo en ti?. ÉL-La piel, creo que ya solo nos estorba la piel... “Secuestro frustrado, pareja muere de atroz manera. Las evidencias indican que se mordieron y tragaron hasta causarse la muerte..." EL Maldito Yo
Por Leonel Puente Colin - 5 de Febrero, 2009, 15:16, Categoría: Choritos
Las puertas de mi Infierno personal han estado abiertas desde siempre, puedo irme cuando quiera, pero siento tanto miedo por cualquier tipo de Purgatorio o Paraíso que prefiero continuar dentro de este infame recinto.
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Por Araceli Rodríguez Hinojosa - 3 de Febrero, 2009, 19:58, Categoría: Más allá del color
Problemas con la afinaciòn
Por Leonel Puente Colin - 3 de Febrero, 2009, 19:29, Categoría: El Camino del Retorno
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(Hoy) Al amanecer, un problema gravìsimo: la afinación. Tengo un manual, el mismo que usaba allá en Mascarones (lo encontré hace unos días entre mis libros, es del maestro Galo Herrera), pero, ¿còmo se puede aprender teòricamente a escuchar? ¿còmo precisar el punto exacto de un tono? Mozart aprendió a leer y escribir música antes que palabras. El divino Mozart poseía "oído absoluto", habilidad manual y una creatividad inagotable; yo nunca tuve buen oìdo y ya ni me acuerdo cómo carambas se afina un instrumento. Necesito entonces un método, mucha disciplina (o necedad, como mejor quiera llamarse) y aprender a escuchar. Ahora bien, no estoy en cero total: comencé por escuchar música vernácula desde muy pequeño, pues, allá en casa de los abuelos paternos, en donde vivimos algunos años antes de que mis padres consiguieran tener su propio hogar, los amigos del padre de mi padre llevaban un par de guitarras y un violín y le "tupían" duro a las cuerdas. Tiempo después, ya con casa propia, mis padres invitaban al grupo de música latinoamericana, en donde tocaba el tío Juan, que estaba constituido por una flora y una fauna extraordinaria ya inusual en nuestros tiempos: banda cosmopolita que reunía a bonitos y feos, pumas y lasallistas y pueblo en general dentro de un ambiente de alegría y de respeto. Música "en vivo" tuve desde la infancia a pesar de que mi padre fue obrero toda su vida. Por un lado, guitarras, violín y voces "no educadas" interpretando corridos de la época de la Revolución. Por el otro, guitarras, charangos, quenas, bombos (grandes y/o pequeños), cuatros (o hasta quintos, sin albúr) venezolanos, flautas y voces de hombres y mujeres, por separado o al unísono. Zambas de mi Esperanza, Lunitas Tucumanas, Sapos Cancioneros, Palomas que volaban su vuelo y que cantaban su canto hasta llegar al mar...Luego de todo esto, ¿cómo podrían, de veras, gustarme la televisión o la radio comercial? Aunque había canciones de moda, con letras "pegajosas" que llegaron a "pegárseme"; habría necesitado escucharlas en vivo y con sus intérpretes a "todo color" para asignarles un cariño profundo o un gusto en particular. P.D. Tengo que poder. Tarde o temprano tengo que hayar la manera de afinar la guitarra. ¿O què serà de veras tan difìcil que resulte imposible? Tengo que poder... Lunes 8 de Octubre del 2007 ![]()
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