
Debió haber sido un sol
el que pasó brillando aquí,
nunca tanto ciego hasta hoy,
que padeciera por verte a tí.
No es extraño que tanto fulgor
salga de tu carne bella y carmesí,
pero sólo verte me deja lleno de dolor
porque lujuria y pasión sólo sentí.
Ese es mi castigo sagrado
por verte siempre así,
pude tenerte y te fuiste de mi lado
no me queda nada, te perdí,
te perdí...