Bienvenidos a este mundo en decadencia,
donde los corazones se pudren
al contacto con la sal
de la costa del temor,
donde los deseos reprimidos son las mariposas
que vuelan entre nosotros,
donde es más fácil mantenerse de pie,
porque no importa declararse junto o aparte.
Todo tiene un fin hasta para los que aspiramos y respiramos la inmortalidad.