1
No escribo ya poemas, no porque no tenga la inspiración necesaria para ello, ni por falta de tiempo ó de palabras exactas que den cuerpo y vida al poema; sino por que al marcharse, ella se llevo tras de sí la poca poesía que el mundo me había heredado.
2
Escudriñaba en mi pasado algunos momentos de felicidad, busqué en el presente retazos de alegría, pero me di cuenta que para gozar de buenos sueños: solo hace falta tu dulce sonrisa.
3
Eras la tierra entera en este paraíso perdido,
luz que acariciaba las sombras llenándolas nuevamente de vida.
Eras fuego calcinante,
llama que mantenía ardiendo a este corazón.
Eras la indestructible imagen,
que mi sucio espejo siempre reflejaba.
Eras el principal pretexto para cometer una locura,
Eras...