
Mi querida tierra de flores,
flotas en las chinampas
y en antiguas pasiones.
Mi querida tierra de colores y fiestas,
paseas con la banda y sus sones
por las calles y las trajineras.
Mi querida tierra de cohetones,
vuelas en los cielos
anunciando tus procesiones y bendiciones.
Mi querida tierra de exquisitos olores,
cocinas por nueve días en tus mayordomías
para recordar los mejores sabores.
Mi querida tierra con agua y oleajes,
te sostienes en carrizos
y en pilares de emociones.
Mi querida tierra de xochimilcas tentaciones,
brincas en las risas
de los que aún cosechan tantas flores.
Mi querida tierra de callejuelas sin canales,
recorres con tus bicicletas
los antiguos pasos que eran manantiales.
Mi querido Xochimilco,
vas creciendo entretejido en las grandes ciudades
manteniendo las tradiciones y su ahínco.