
Entequilado hasta la médula de los huesos, me fui a recorrer las famosas calles de San Pablo; pero si de adolescente no me convenciò nunca el amor comprado, mucho menos ahorita. A estas alturas del partido, màs que satisfacer los deseos, uno necesita saber a quien quiere y con quien cuenta. Lo demàs es silencio y no forma parte del núcleo vital de la existencia.