Antinatural
Por Martin Bonfil Olivera - 29 de Junio, 2012, 20:29, Categoría: Ojo de mosca
Pero, ¿qué es ir contra la naturaleza? La muerte podría considerarse contraria a la naturaleza biológica. Y sin embargo, forma parte del ciclo natural de la vida. Podríamos precisar y calificar de "antinatural" a la muerte no natural, como el asesinato. Pero aquí entramos en juicios éticos que no dependen ya de la naturaleza, sino de convenciones humanas. Y hay muchas ocasiones en que la sociedad misma aprueba privar de la vida a seres humanos: en las guerras, en el combate al crimen o en los países donde existe la pena de muerte. Antinatural podría ser, entonces, destruir la naturaleza. La contaminación, la deforestación, la extinción de especies debida a la actividad humana y otras alteraciones de la biosfera podrían considerarse antinaturales. Y en cierto modo lo son. Pero no es ese el sentido con el que normalmente se usa la palabra. "Contrario al orden de la naturaleza", define la real Academia y muestra así la suposición escondida detrás del término: que existe un orden en el mundo natural, un proyecto, unas "leyes" escritas... ¿dónde? El matrimonio entre personas de diferente color de piel, o del mismo sexo; los derechos civiles para mujeres, o para negros; los plenos derechos humanos para las personas con capacidades diferentes... todos, en algún momento, a lo largo de la historia—algunos todavía hoy—han sido considerados "contrarios al orden de la naturaleza". Y es que el adjetivo "antinatural", más que referirse a procesos del mundo que nos rodea, se ha usado para descalificar y condenar lo que ciertos grupos, en ciertas épocas y lugares, basándose en ciertas ideologías, consideran contrario a un supuesto "orden natural" que no existe más que en las mentes humanas. El avance científico también ha sido bloqueado, o al menos, obstaculizado, por la idea de un orden natural que ni debe ser violado. Las autopsias para investigar la anatomía humana, los transplantes y transfusiones, el uso del telescopio para estudiar los astros, y el afán mismo de saber, de entender a la naturaleza, han sido condenadas en distintos momentos, como "antinaturales". Pero más que leyes absolutas dictadas por algún dios, son los juicios humanos, a veces justificados—como el que se opone al sufrimiento animal—y a veces basados en el dogma y el prejuicio, los que nos hacen etiquetar algo como "antinatural". Nada en el mundo natural es contrario a la naturaleza. Y la curiosidad humana es parte de ella. Usar el conocimiento que obtenemos gracias a esa curiosidad para cuidar el ambiente y mejorar la sociedad es lo más natural que podemos hacer. ************* *¿Cómo ves? Revista de divulgación de la ciencia de *Martín Bonfil Olivera mbonfil@unam.mx es colaborador permanente de ¿Cómo ves? Revista de Divulgación de |
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