Lo que se dice, si no
se sabe
decir con gracia,
mejor sería callarlo,
aunque ello nos parta el alma.
Va con el alma partida
mi viejo y torpe fantasma
de viejo y torpe poeta
negado para la gracia.
Sólo aprendiendo a callar
lo que se piensa, se aclara
y se dice sin decirse
con exactitud exacta.
Silencio, por Dios, silencio,
que sólo cuando se calla
y entrecerramos los ojos
el verbo
se hace palabra.
*
JUAN
CERVERA SANCHIS Y GIMENEZ Y RUEDA
De: DICHOS Y CAPRICHOS DEL COPLERO
2015